El trabajo, los estudios y con ellos, el estrés del día a día. La ansiedad diaria acapara gran parte de nuestro tiempo y es necesario tomar medidas. En los últimos años, existe una tendencia que no ha dejado de crecer entre la población, hablamos del ejercicio físico.

Practicar deporte es vital para mantener una vida sana y hacer frente a múltiples enfermedades. Una de ellas y la más común entre los más peques de la casa, es la obesidad infantil. Además de ello, existen otros múltiples beneficios:

En primer lugar, contribuye a su desarrollo físico y al de las funciones cognitiva y motoras, siempre y cuando se practique habitualmente. Además, puede reducir o incluso evitar problemas del sedentarismo como el colesterol. Los niños, además de ejercicio físico, se divertirán, se relacionarán y aumentarán su autoestima, todo ello haciendo nuevos amigos. Los niños necesitan mucha actividad y entretenimiento, por lo que el deporte resulta ideal para cubrir dichas necesidades. Asimismo, desarrollan su psicomotricidad, hacen ejercicio y son más ágiles, coordinan mejor y hagan resistencia y velocidad.

Con el deporte aceptan las derrotas, respetan a sus compañeros y entienden que existen unas reglas y normas en él que no deben sobrepasar. Por lo tanto, educa. A pesar de todos estos beneficios, el deporte no es del agrado de todos los niños. Para incentivarles a practicarlo, deberás practicar estos consejos:

No hay que presionarle. Por ejemplo, puedes reunir a la familiar para hacer deporte, felicitándole por sus logros. De esta forma despertarás su interés y ánimo, siempre que realices actividades lúdicas, donde el menor sienta que está jugando, no haciendo deporte. La edad ideal para iniciarlos es a partir de los 6 años y los juegos más recomendables son los que de equipo.

Otro de los consejos es escucharle. Cada niño o niña tiene unos gustos y hay que realizar el deporte que más interés despierte en él. No a todos los niños les gustan los balones ni a todas las niñas la comba. Respeta sus gustos y no pretendas que haga lo que tú desees. Por otro lado, no quieras que se convierta en un campeón obligándole a entrenar de forma competitiva, puesto que lo convertirás en una obligación y resultará monótono para él.

Para practicar ejercicio, es importante mantener una alimentación equilibrada. Así, evitarás la obesidad tan común privándole de la comida basura y refrescos con gas. Evita las golosinas en exceso y que no cene copiosamente, para generar hábitos que le servirán en un futuro.

Por otra parte, déjale su espacio. Si comenta que le duele una articulación o bien, que se ha caído, abandona el ejercicio ese día. No fuerces a que el niño sufra. Recuerda que es diversión. Además, si decide un día no realizarlo, no le castigues. Tampoco le premies cuando haga lo contrario.

Si no puedes acudir a los ejercicios de tu hijo, busca a un o una profesional. Así, estarán atendidos gracias a personas que entienden en la materia. No escatimes, puesto que si escoges un mal entrenador, harás que los más pequeños odien el deporte. Otro consejo es que muestres interés por el deporte y vea que es algo sano y necesario. Realiza las actividades para que te tome como ejemplo, recuerda que los niños copian las conductas que hacen los mayores. El último de los consejos y más importante, es que les hables de los beneficios que conlleva realizarlo y que se practique en familia y/o amigos. Así, conseguirás que crezcan sanos, fuertes y resistentes.