[:es]Los deportes de aventura sirven para romper con la monotonía y con la rutina que se instala en el día a día de manera irremediable. La sensación de bienestar que se produce en nuestro cuerpo es la razón principal para dejarse seducir por este tipo de actividades.
Los deportes extremos disparan en nuestro cuerpo la secreción de esta motivante y sugestiva sustancia. Su nombre técnico es la epinefrina. Esta hormona se produce en las glándulas suprarrenales o adrenales y se libera principalmente en momentos de estrés, peligro y excitación, por lo que beneficia la activación del cuerpo y ayuda al organismo a nivel físico y psicológico a permanecer alerta. En esos instantes, el cuerpo siente lo que coloquialmente se conoce como un “subidón de adrenalina”.
Efectos de la epinefrina en nuestro organismo
La epinefrina, en cantidad adecuada (como casi todo en esta vida), puede ser realmente beneficiosa para nuestra salud. Nuestro ritmo cardíaco aumenta lo que motiva un mayor rendimiento de nuestro cuerpo, el sistema respiratorio incrementa su capacidad y permite la entrada de más aire, aumenta la presión arterial y el cuerpo experimenta sensaciones similares al orgasmo.
Dicha hormona se expande a través de la sangre alcanzando todas las partes de nuestro cuerpo. Pero el aspecto emocional es, si cabe, todavía más destacado que el fisiológico. Los rigores exigentes del día a día obligan al ser humano a buscar, y necesariamente encontrar, válvulas de escape, momentos de liberación y disfrute.
Diversa tipología de actividades deportivas
La oferta de este tipo de actividades es realmente variada y ofrece al interesado un sinfín de opciones. Deporte y naturaleza se unen ofreciendo un resultado casi perfecto. Ganas, ilusión y arrojo para vivir un día para el recuerdo.[:]