Las aglomeraciones, el tráfico o el estrés son algunos conceptos que se vinculan rápidamente con vivir en la gran ciudad. Es evidente que cuanto más grande es una determinada ciudad, por norma general existen mayores oportunidades laborales, pero siempre es interesante prestar atención al hecho de desconectar de ella.
Lo cierto es que el ser humano requiere el contacto con la naturaleza, ya que su organismo interactúa con el entorno mediante los cinco sentidos y los sistemas respiratorios o neurológicos. Según los expertos en antropología, las funciones fisiológicas de los humanos se hallan en los diversos entornos naturales. Asimismo, acudir a este tipo de entornos, está demostrado que posee una amplia diversidad de beneficios, tanto físicos como mentales.
Elementos principales para un buen estado básico
Vivir en un espacio donde podemos aprovecharnos del aire, el agua y alimentos, se traduce en una calidad de vida superior y, por ello, un óptimo estado físico. Los árboles disminuyen la contaminación de las urbes y ello conlleva a la reducción del asma y las alergias que tanto afectan a las personas durante la primavera.
Por otro lado, realizar actividades o deportes físicos en espacios naturales, hace que tengamos una mejor autoestima. Caminar, relajarse o correr, hace que se equilibre nuestra mente y se reduzca el estrés y la fatiga mental. Gracias a esta atención a la naturaleza, se recobra la energía sin apenas darnos cuenta.
Según los expertos, practicar deporte como correr por los bosques limpios de contaminación, hace que sea el mejor ejercicio para las extremidades debido a los desniveles que hay en el terreno. Asimismo, estudios realizados en países americanos, han demostrado que los pacientes que se encontraban en hospitales ubicados a las afueras y que tenían mejores vistas, se recuperaban más pronto. Además, el hecho de estar en contacto con la naturaleza, hace que los humanos sean menos propensos a contraer según qué enfermedades.
Autoestima más elevada y mejor humor
Otro aspecto a resaltar es que las personas que viven aisladas en la naturaleza, tienen menos niveles de ira e irritabilidad. Asimismo, practicar solo 5 minutos de deporte en un entorno así, mejora notablemente el ánimo y la autoestima, mejora el rendimiento y a controlar los impulsos. En definitiva, aumenta la felicidad y la aparición de pensamientos positivos, además de mejorar nuestra capacidad de concentración. Además, aquellas personas que padecen diversas enfermedades mentales como depresión, se sienten mucho mejor al estar en contacto con la naturaleza, debido en parte al estado de paz que proporciona.
La sociabilidad y la imaginación también se ven reforzadas. Los niños, se volverán más independientes por experimentar con cada uno de los sentidos, para así desarrollarlos junto a sus capacidades.
Por si lo desconocías, las mujeres que viven rodeadas de verde, tienen una tasa de mortalidad inferior que aquellas personas que viven en las ciudades. Las personas que puedan disfrutar de un paseo de 2 horas de duración por el bosque, experimentan una reducción de la presión sanguínea, bajan los niveles de glucosa en sangre y se reduce la actividad cerebral y la actividad nerviosa de los humanos. Por ello, fortalece el sistema inmunitario de las personas, incrementa el vigor y se reduce notablemente la ansiedad, la depresión y la fatiga.
Vivir en contacto con la naturaleza, proporciona aspectos muy destacables a nivel físico y mental, que nos hacen disfrutar de una vida mucho más larga y con una mejor calidad. Por ello, deportes al aire libre son una de las alternativas para mantenerse saludable, en buen estado físico y, en definitiva, feliz.